La Ciencia Médica


Si creo en la sanidad divina, ¿debo dejar de buscar la ayuda médica y tomar pastillas?

Cuando hablamos de la ciencia médica es importante que entendamos que los médicos están en contra de las enfermedades tal como Dios. Ellos están trabajando según los preceptos científicos y según la información que se han desarrollado sobre los siglos de investigación. ¡Gracias a Dios por los avances en salud que el mundo ha experimentado a través de la ciencia médica! Sin embargo, la ciencia está limitada y los recursos para recibir el mejor tratamiento no existen para muchos. A la vez, los mismos medicamentos llevan en sí otros efectos que pueden dañar una área del cuerpo mientras ayuda otra. Si nuestra confianza se encuentra 100% en la medicina y la ciencia, estamos eligiendo la opción más limitada. Miles de personas mueren cada año bajo el cuidado de los mejores doctores y tomando las medicinas más avanzadas. Los mismos doctores admiten que no existen soluciones científicas para muchas de las enfermedades en el mundo.




La doctrina de sanidad no habla en contra de la ciencia médica, sino ofrece otro nivel de ayuda en el cual no existen los límites. La doctrina de sanidad reconoce a Dios como el diseñador del cuerpo y la fuente de vida en el universo. La sanidad divina se basa en el concepto de un Dios Todopoderoso que sufrió la penalidad de los pecados en su cuerpo en la cruz, y así, eliminó la autoridad legal de las enfermedades. Ahora, a través de fe en Jesucristo, el hombre tiene acceso al poder divino para sanar a las enfermedades y mantener su cuerpo sano. Hablando solamente de este siglo, la iglesia ha visto miles y miles de cristianos en el mundo que han experimentado milagros de sanidad y la sanidad progresiva por fe en casos nombrados por los doctores “sin esperanza”.




Por supuesto, cada creyente se encuentra en un nivel distinto en cuanto a su fe. Hay algunos que no han necesitado la ayuda médica en muchos años y hay otros que toman sus medicamentos por fe sabiendo que Dios puede trabajar a través de la ciencia también. ¡Amén! La idea es que recibamos la sanidad y que vivamos vidas sanas y fuertes. Es importante que cada creyente determine en su propio corazón lo que es su nivel de fe y actúe conforme.




Si quieres crecer en fe, medita en la Palabra de Dios y en las promesas de sanidad. Pero, mientras la fe crece, sigue con la ayuda médica. Dios te quiere sano espíritu, alma y cuerpo.

No hay comentarios: